Todos emplazados a orar por la paz
“Para conseguir la paz, se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra, se necesita valor para decir sí al encuentro y no al enfrentamiento; sí al diálogo y no a la violencia; sí a la negociación y no a la hostilidad; sí al respeto de los pactos y no a las provocaciones”, así se expresaba el Papa Francisco en la oración por la Paz en Tierra Santa, el 8 de junio de 2014.
Este llamamiento no cesa de recordarnos que una de las intervenciones, sin duda una de las más poderosas, es la oración. La oración entraña un enorme poder espiritual, sobre todo cuando va acompañada del ayuno, del sacrificio y del sufrimiento. Por eso, conscientes de la fuerza de la oración y del ayuno y penitencia, ahora secundando, de alguna manera, aquel gesto suyo de convocar a toda la Iglesia, al resto de las confesiones cristianas, a las otras religiones e, incluso, a los no creyentes, a una jornada de ayuno y de oración, también nosotros, aquí en Valencia hacemos conjuntamente líderes o responsables de las grandes religiones arraigadas en Valencia una convocatoria a la oración el día 10 de este mes de febrero, a las cinco de la tarde, en el salón de actos de la Facultad de Teología. Providencialmente para los católicos ese día coincide con el Miércoles de Ceniza, con el que abrimos el tiempo de la Cuaresma, día de oración, ayuno y penitencia, que necesitamos ofrecer desde lo más hondo de nuestro ser por la Paz, y el respeto a la dignidad humana en todos los lugares, especialmente en aquellos focos de fuego devorador que anula esa dignidad, como pueda ser en estos momentos Siria, y, en conjunto, Oriente Medio, la zona de donde se sembró la paz en la tierra para comunicarla y trabajar por ella.
+ Antonio Cañizares Llovera
Arzobispo de Valencia