LOS COLEGIOS DIOCESANOS PRESENTES EN LA DESPEDIDA A D. ANTONIO
ARCHIDIÓCESIS DE VALENCIA, 27 NOV. El cardenal Antonio Cañizares, administrador apostólico de la Archidiócesis de Valencia, ha celebrado hoy una Eucaristía de acción de gracias por sus ocho años de episcopado, en la que ha dado las gracias y pedido perdón a todos los valencianos: “Os agradezco conmovido vuestra presencia en esta Eucaristía y cuanto habéis hecho conmigo”.
En el transcurso de una emotiva homilía, el cardenal Cañizares ha expresado su “hondo agradecimiento” a “sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, vida contemplativa y consagrados” pero también “a todos los fieles laicos, autoridades, al ayuntamiento y la ciudad de Valencia, a todos los pueblos de Valencia y la Comunidad Valenciana”, y ha saludado especialmente a los fieles de “Utiel, Sinarcas, Requena y la comarca”. A todos ellos ha agradecido por “vuestras ilusiones y esfuerzos, habéis sido colaboradores míos en la obra del Evangelio”.
Sobre sus ocho años de episcopado, Antonio Cañizares ha señalado que “han sido cortos, pero muy intensos”, y que “han sido años de inmensos dones de Dios que sólo Él conoce, que nos desbordan y que merecen toda alabanza y acción de gracias”. Durante este tiempo, ha señalado el Cardenal, “me he gastado y desgastado sencillamente por la Iglesia, hasta la extenuación”. Del mismo modo, ha pedido perdón a los valencianos por todo aquello que “ejerciendo el ministerio episcopal, haya conllevado roces, omisiones e incomprensiones; por todo lo que pudo haber ofendido a Dios o a vosotros” porque, ha asegurado, “no quiero separarme de vosotros sin vuestro perdón, sin el abrazo de la paz y de la reconciliación con todos vosotros”.
Por último, don Antonio ha querido finalizar con dos palabras como su testamento espiritual: “Sólo Dios”, unas palabras que emulando las de Santa Teresa de Jesús “han sido mi horizonte y que seguirán siéndolo en mi retiro en Moncada, donde dedicaré el tiempo sólo a Dios, siempre con la verdad, con la valentía que es obra del Espíritu Santo”. A toda la diócesis de Valencia le ha pedido en su despedida: “Permaneced en la fe, no olvidéis la misión, sed una Valencia evangelizada y evangelizadora”.
La homilía del cardenal Cañizares ha finalizado con unas palabras para el Arzobispo electo de Valencia: “Estad en comunión con don Enrique Benavent, mi sucesor y amigo”, para quien ha pedido “que la Virgen María lo cuide, lo acompañe y proteja, como ha hecho siempre conmigo.
Antes de la bendición final, Arturo Ros, obispo auxiliar de Valencia, ha querido dedicar unas palabras de agradecimiento al cardenal Cañizares: “Gracias don Antonio por enseñarnos con su vida esa hermosa lección, buscar, hallar y amar a Dios en todas las cosas, es el legado más hermoso”.
Visiblemente emocionado, Arturo Ros ha afirmado que “esta diócesis admirable, tierra de santos, regada con la sangre de los mártires, acariciada permanentemente por la Mare de Déu dels Innocents, poblada de personas buenas, acogedoras y serviciales, ha tenido el privilegio de tener como pastor a don Antonio Cañizares. Gracias querido padre, gracias muy querido hermano. Sabemos que nos quiere. Nosotros a usted también”.
Finalmente, el obispo auxiliar ha incidido en que “no nos despedimos, no nos decimos adiós, porque estaremos siempre unidos en el altar; y le decimos como los discípulos de Emaús, quédate con nosotros, seguiremos juntos recorriendo el camino de la vida, el camino de la Iglesia”. Terminadas sus palabras, la asamblea ha prorrumpido en un fuerte aplauso y todos los obispos han saludado y abrazado personalmente al cardenal Cañizares.
Por su parte, el obispo auxiliar Javier Salinas ha leído unas palabras de agradecimiento al cardenal Cañizares al comienzo de la Eucaristía, en las que ha asegurado que “don Antonio ha sido un pastor atento al Dios vivo y verdadero” y por ello mismo también “ha estado atento a todo ser humano, nada humano le ha sido ajeno, porque nada divino ha estado ausente de su mirada”.
Sobre el cardenal Cañizares, el obispo auxiliar ha destacado que “ha sabido hacer suya la oración de santa Teresa: Quien a Dios tiene, nada le falta, sólo Dios basta”. Porque “su santo y seña ha sido hacer la voluntad de Dios. Ha sido su lema episcopal, el hilo de oro que ha tejido toda su vida episcopal”.
La Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, ha estado muy presente en la Eucaristía de despedida del cardenal Antonio Cañizares como Arzobispo de Valencia. Antes de entrar a la Catedral de Valencia, el cardenal Cañizares, acompañado de sus obispos auxiliares y del Consejo Episcopal, ha acudido a la Basílica de la Virgen de los Desamparados para besar la imagen de la patrona, y ha firmado en el libro de oro de la Basílica, como hiciera el día de su toma de posesión como Arzobispo de Valencia.
Finalizada la Eucaristía, el vicerrector de la Basílica, Álvaro Almenar, le ha entregado al cardenal Antonio Cañizares en nombre de toda la Archidiócesis una réplica de la imagen de la Virgen de los Desamparados, que el Cardenal ha besado. El Administrador Apostólico de la Archidiócesis ha recibido entonces una gran ovación de todos los presentes.
La Eucaristía de acción de gracias por el episcopado del cardenal Cañizares, coincidente con el primer domingo de Adviento, ha sido concelebrada por los obispos auxiliares de la Archidiócesis de Valencia, Javier Salinas, Vicente Juan Segura y Arturo Ros, así como por los obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina, y por Esteban Escudero, obispo auxiliar emérito. Han participado en la Eucaristía los miembros del Consejo Episcopal de la Archidiócesis de Valencia y los sacerdotes que don Antonio Cañizares ha ordenado durante su episcopado.
Finalmente, se ha cantado el Himno de la Coronación, y autoridades y fieles cristianos han formado una larga cola para despedirse del cardenal Antonio Cañizares y agradecerle sus años al frente de la Archidiócesis de Valencia.