Cole en casa: mucho más que una escuela
❐ EVA ALCAYDE Tras el cierre de todos colegios por la alerta sanitaria por la pandemia del Covid-19 y las medidas de confinamiento para evitar la propagación del coronavirus, los alumnos se han visto abocados a la educación online y a vivir la experiencia del cole en casa, a través de internet.
Han sido días en los que los padres, los colegios y profesores, y los propios alumnos, se han tenido que acostumbrar a una situación incierta, a nuevas rutinas y a un montón de aplicaciones, herramientas telemáticas, a distancia y online para poder continuar con las clases.
Cada colegio y cada comunidad educativa lo ha hecho como ha podido dentro de sus posibilidades. En la red de Colegios Diocesanos, por ejemplo, han dado pautas generales para que sigan todos sus centros.
“Nosotros queremos que la marcha de los alumnos sea lo más normal posible, dadas las circunstancias. Pero no sólo nos importan las tareas académicas y que los alumnos alcancen los objetivos curriculares. Para Colegios Diocesanos es mucho más importante que los alumnos y sus familias se sientan acompañados”, explica Miguel Ángel Coello, gerente de la Fundación San Vicente Mártir Colegios Diocesanos.
Para ello, la entidad está haciendo uso de la agenda escolar, de la que disponen todos los alumnos de la Fundación, que agrupa a un total de 67 colegios dependientes del Arzobispado, así como reflexiones diarias, concursos semanales y una hoja de contenido pastorales para cada mes.
También, los profesores y docentes atienden llamadas telefónicas y correos de las familias como si el colegio continuara abierto, y las tutorías se están efectuando de manera online, para seguir manteniendo el contacto.
Concursos online
Una de las iniciativas que más está gustando a las familias de los Colegios Diocesanos, y que se enmarca dentro del proyecto ‘El mañana exige lo mejor de hoy’, es la de los concursos online, que están teniendo una gran participación de los alumnos.
La Fundación propone cada semana un tema, acorde con la actualidad y el tiempo litúrgico en el que nos encontramos y los alumnos deben enviar fotografías, con dibujos o manualidades, o escenas que reflejen el tema propuesto.
Así, los alumnos y sus familias, desde que están en confinamiento, han tenido que estrujarse la cabeza para ofrecer ofrendas caseras a la Virgen, celebraciones del Día de la Vida y manualidades creativas del Domingo de Ramos. Y esta semana el concurso lleva por lema ‘Semana Santa en 3D’. Pastelina, tela, cartón, Goma Eva… serán los aliados de los alumnos para recrear escenas de la Semana Santa.
“Las familias y los alumnos tienen que sentir, especialmente estos días difíciles, que el colegio está a su lado”, asegura Miguel Ángel Coello, que destaca que esta crisis sanitaria tiene que reforzar nuestra identidad y nuestra unidad, porque somos diocesanos y tenemos que ofrecer ese acompañamiento y estar cerca de las familias”.
Un gran reto para los docentes
Para los docentes de los colegios diocesanos mantener el acompañamiento en la distancia, en estos momentos de confinamiento, es precisamente un gran reto. “Qué fácil es mostrar nuestra cercanía con una mirada de cariño, un momento de escucha atenta y comprensiva, una sonrisa o un abrazo! Pero, ¿cómo seguir siendo cercanos desde nuestras casas?”, reflexiona Sara Nácher, titular del Colegio Diocesano Natividad de Nuestra Señora, de Burjassot.
Reconoce que “ciertamente es más difícil”, y opina que “aunque estamos utilizando todos los medios que están a nuestro alcance para acompañar a nuestros alumnos y a sus familias en la distancia (reflexiones semanales para vivir con fe y confianza, videotutorias, vídeos motivadores, …), nunca la tecnología podrá sustituir a la calidad de la presencia”. Sin embargo, la docente considera que “hay algo que tiene un poder inmenso y que ahora cobra especial importancia: la oración”.
“En las instrucciones semanales que mandé el pasado lunes a las familias de mi tutoría, de 4º de ESO, animaba a los padres de mis alumnos a vivir este tiempo con esperanza y con fe, y les decía que yo estaba rezando por todos ellos. Mi sorpresa fue recibir respuesta de algunas de familias que me decían que se habían emocionado al leer que estaba rezando por ellos y que agradecían mucho ese gesto”, relata la Sara Nácher, para quien la oración “es lo que realmente nos mantiene unidos”.
“Si este tiempo de sufrimiento para todos nos lleva a volver a dirigir nuestra mirada hacia Dios y reestablecer una relación más fuerte con Él, ya habrá merecido la pena”, destaca.